La violencia motivada por el fútbol ha causado más de 300 heridos en Argelia, y varios cientos de detenidos.
Durante una rueda de prensa celebrada ayer en la capital, Argel, el director de seguridad pública del Directorado General de Seguridad Nacional, Issa Nayli, explicó que durante la temporada 2018-2019 ocurrieron 80 incidentes violentos. De estos, 28 tuvieron lugar durante la Liga de Primera y 8 durante la Liga de Segunda; el resto, durante partidos locales o internacionales.
Estos incidentes dejaron a 316 personas heridas, 215 de ellas agentes de policía. Un total de 726 hinchas -82 de ellos menores- fueron detenidos en relación con la violencia, de los cuales acabaron yendo a juicio 198. Docenas de vehículos, la mayoría de ellos pertenecientes a las fuerzas de seguridad argelinas, fueron destruidos.
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Nayli aventuró varias razones para el crónico problema de la violencia en el fútbol, al que calificó de “cáncer que se alimenta del fútbol argelino”. Entre ellas, mencionó las tensiones entre equipos rivales y los desacuerdos sobre algunos aspectos regulatorios del juego.
Durante la rueda de prensa, convocada bajo el título “Los deportes son éticos, ¡Basta ya!”, Nayli subrayó que la lucha contra la violencia en el fútbol es responsabilidad de todas las figuras clave en la industria del deporte. “Todas las partes tienen que implicarse con seriedad en erradicar el fenómeno de la violencia e instar a los hinchas a mejorar su comportamiento y a actuar de forma civilizada,” concluyó.
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