Unos 2.000 israelíes, la mayor parte de ellos de origen etiope, tomaron ayer las calles de Tel Aviv para protestar por el asesinato de un joven etiope a manos de la policía israelí hace dos semanas, según ha informado la agencia Arab48.
Los manifestantes cortaron las principales carreteras de Tel Aviv, incluyendo la circular de Ayalon y pararon el vehículo del jefe de policía de Israel, Yossi Rofe, al que increparon al grito de "asesino" y "jefe de banda criminal".
Una de las mujeres que participó en las protestas contó a Haaretz que había decidido acudir "porque existe racismo contra los judíos de origen etiope", a lo que añadió "No me siento parte de este país".
"Dos de mis hermanos han servido en unidades de comate del ejército. Esto es increible, uno sacrifica su vida por este país y al final su policía te mata", continuó explicando.
Los manifestantes exhibieron pancartas en las que se leía: "La policía asesina a los judíos falasha", "Los policías violentos, a prisión" o "Erdan asesina a sangre fría", en referencia al ministro de Seguridad Interior de Israel, Gilad Erdan.