Los países árabes y europeos buscaron puntos en común sobre las amenazas a la seguridad y las crisis regionales, incluyendo Yemen, Siria y Libia, en su primera cumbre conjunta celebrada el domingo en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo, informa Reuters.
Los funcionarios dijeron que la cumbre no era sobre Brexit, que la primera ministra británica Theresa May estaba discutiendo al margen con otros líderes, ni principalmente sobre la migración, un tema que ha consumido el debate político europeo desde el aumento de llegadas en 2015.
"Espero que la cumbre logre enfocarse en nuestra asociación cuando se trata de relaciones económicas, de nuestro trabajo común, por ejemplo, sobre Palestina ... revitalizando la solución de dos estados", dijo a la prensa la jefa de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini.
“Pero que sea también un enfoque común, espero, sobre el conflicto en Siria, sobre el conflicto en Yemen para tratar de tener una implementación completa de los acuerdos de Estocolmo y el trabajo común en Libia".
Las Naciones Unidas han estado tratando de salvar una tregua acordada en las conversaciones de paz en Estocolmo en diciembre, entre los rebeldes hutíes en Yemen y el gobierno respaldado por Arabia Saudí.
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El rey Salman de Arabia Saudí enfatizó la importancia de una solución política en Yemen, mientras convocaba a los terroristas hutíes respaldados por Irán.
"Afirmamos la importancia de los esfuerzos internacionales para apoyar la legitimidad yemení y traer a las milicias terroristas revolucionarias hutíes apoyadas por Irán, para que se sometan a la comunidad internacional", dijo en la cumbre.
Los hutíes dicen que tomaron el poder para contrarrestar la corrupción y niegan recibir apoyo material de Irán.
Un tema que divide a la Liga Árabe es la posible readmisión de Siria, suspendida en 2011 por su represión contra los manifestantes al comienzo de la guerra civil.
Abdalmahmood Abdalhaleem, representante permanente de Sudán en la Liga Árabe, dijo que los países árabes aún tienen sus diferencias respecto al tema, aunque la tendencia fue respaldar el regreso de Siria y dar a los países árabes un "punto de apoyo" al tratar el caso de Siria.
La cumbre se produce en un momento en que los partidarios del presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, están impulsando enmiendas constitucionales a través del parlamento, que podrían permitirle permanecer en el poder hasta 2034. Su mandato actual finaliza en 2022.
Sisi ha liderado una represión indiscriminada contra la oposición desde que se convirtió en presidente en 2014, siendo criticado por grupos de derechos humanos. Los estados occidentales ven a Egipto como un socio importante para promover la estabilidad en la región.
Se incluyó una referencia a los derechos humanos redactada meticulosamente en un borrador de declaración final, dijeron los diplomáticos, aunque el Subsecretario General de la Liga Árabe, Hossam Zaki, dijo que los derechos humanos y la democracia no ocuparían un lugar destacado en las discusiones.