Los presos palestinos están sufriendo "depresión, dolores de cabeza y desmayos" como resultado de los inhibidores de frecuencia instalados en varias cárceles israelíes en las que están detenidos, dijeron en un comunicado.
La "radiación peligrosa" emitida por los dispositivos está causando estos síntomas, continuó la declaración, agregando que temen que esto sea solo "la punta del iceberg".
Los expertos han dicho que los dispositivos pueden conducir a "deformidades genéticas de las células humanas y cáncer". Añadieron que cuarenta presos que luchan contra el cáncer en la prisión de Ras Al-Eid pueden haber contraído la enfermedad como resultado de los dispositivos.
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Al concluir su declaración, los prisioneros asignaron la responsabilidad a la ocupación israelí y enfatizaron que no atenuarían sus protestas hasta que los dispositivos fueran retirados.
La semana pasada, los prisioneros palestinos dijeron que la administración de la prisión de Israel había instalado inhibidores de frecuencia en una sala de la prisión de Ktz'iot, lo que causaba que los prisioneros palestinos sufrieran graves dolores de cabeza.
Los dispositivos producen una potente radiación y evitan que las señales de radio y televisión se infiltren en el área.
Los reportajes periodísticos han revelado que los dispositivos fueron enviados a Israel desde una empresa china, Decipro Technology Limited. Recibieron 40 unidades de este tipo de Netline Communications Technologies en Tel Aviv, el 29 de noviembre de 2018.