El Líbano renovó su rechazo a la violación de sus derechos y soberanía mediante el proyecto de gasoducto planeado entre la ocupación israelí, Chipre y Grecia.
El Ministro libanés de Relaciones Exteriores y Emigrantes, Gebran Bassil, dijo en una declaración que "se enviaron cartas al Secretario General de las Naciones Unidas, al Presidente de la Asamblea General, al Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea, y a los ministros de Relaciones Exteriores de Chipre, Grecia e Italia sobre el proyecto de instalación del gasoducto entre Israel, Chipre, Grecia y luego Italia".
En sus cartas, el ministro libanés destacó la necesidad de "no afectar los derechos del Líbano en la Zona Económica Especial y la necesidad de invocar las leyes internacionales marítimas y las coordenadas enviadas por el Líbano a la Oficina del Secretario General de las Naciones Unidas."
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Destacó a este respecto que "el Líbano no permitirá la violación de sus derechos y su soberanía".
Existe una disputa entre el Líbano y la ocupación israelí sobre la demarcación de la frontera marítima entre ellos, donde el Líbano acusa a la ocupación de deducir unos 860 kilómetros cuadrados del mar libanés que contiene alentadoras reservas de petróleo y gas.
En 2009, se descubrió un yacimiento de gas en el Mediterráneo oriental, dentro de las fronteras del Líbano, Chipre, los territorios palestinos ocupados y Egipto. El tamaño de las reservas marinas libanesas se estima en 96 billones de pies cúbicos y 865 millones de barriles de petróleo.