El Centro Internacional de Justicia y Derechos Humanos condenó "las violaciones cometidas contra las mujeres en los EAU en general, particularmente en los centros de detención".
En un informe publicado en su página web titulado "Mujeres torturadas en las cárceles de los Emiratos Árabes Unidos", el Centro registró violaciones sistemáticas contra las mujeres detenidas en las cárceles de los Emiratos Árabes Unidos.
El informe indicó que "el Centro Internacional de Justicia y Derechos Humanos, junto con otras organizaciones, han destacado en repetidas ocasiones el caso de Alia Abdel Nour, entre otras víctimas de tortura y malos tratos bajo detención, para exigir su liberación inmediata por razones médicas".
El informe también afirmó que "debido a la propagación de la enfermedad en el cuerpo de Alia, que llegó a una etapa perjudicial, su familia pide la liberación de su hija para que pueda pasar sus últimos días con sus seres queridos.
Según el mismo informe, a pesar de las numerosas solicitudes por parte de la familia de Abdel Nour, las autoridades de los Emiratos se han negado a tomar medidas para proteger a la víctima, que todavía está bajo custodia en el Hospital Tawam, confinada en su cama y en muy malas condiciones".
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El informe explicó que "la solicitud de la familia para liberar a su hija fue apoyada por expertos de la ONU, que se unieron a la familia en su demanda de liberar a Alia Abdel Nour y realizar una investigación imparcial sobre las denuncias de tortura, malos tratos y otras violaciones de los derechos civiles de su hija, de acuerdo con la Convención de la ONU contra la Tortura y otras normas internacionales relevantes".
El Centro filtró grabaciones secretas en mayo de 2018, lo que demostró que Amina Al-Abdouli, Alia Abdel Nour y Mariam Al-Baloushi habían sido sometidas a desaparición forzada tras ser arrestadas durante redadas en sus casas, ordenadas por el Servicio de Seguridad del Estado. Por lo tanto, las tres detenidas fueron trasladadas a un centro de detención secreto donde estuvieron recluidas durante meses bajo tortura y humillación permanente, sin tener acceso a ninguno de sus derechos básicos”.
Según el informe, las detenidas declararon que "fueron torturadas y obligadas a firmar confesiones escritas sin tener acceso a su contenido".
Las grabaciones confirmaron las terribles condiciones y el hacinamiento dentro de las habitaciones en la prisión de Al-Wathba. Sin embargo, a pesar de estas graves acusaciones, las autoridades emiratíes no han tomado ninguna medida para investigar las violaciones".
Tina Jauhiainen, una ex detenida finlandesa, declaró que fue arrestada en marzo de 2018 por las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos junto con la jequesa Latifa bint Mohammed bin Rashid Al Maktoum, quien huyó del país para escapar de los abusos a los que había sido víctima durante años, como palizas, torturas e intimidaciones.
Jauhiainen fue golpeada, recibió amenazas de muerte y tuvo que firmar confesiones. Dos semanas después, fue liberada después de que se le advirtiera que no estaría a salvo si se atrevía a hablar sobre las circunstancias de su detención, "incluso en Finlandia", según el Centro.
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Después del informe, el Centro Internacional de Justicia y Derechos Humanos expresó su preocupación por la situación de las mujeres en los Emiratos Árabes Unidos y esperaba que las autoridades tomaran iniciativas para mejorar la situación.
La princesa Latifa, hija del gobernante de Dubai, el jeque Mohammed bin Rashid, huyó de los Emiratos Árabes Unidos hace más de un año y fue deportada por la fuerza cuando su barco llegó a la costa de la India con cómplices internacionales. La princesa acusó a su familia de maltratarla, encarcelarla y torturarla.
The New York Times informó que las mujeres en los Emiratos Árabes Unidos, como otras partes del mundo árabe, enfrentan restricciones que no existen en Occidente, como su incapacidad para casarse sin el permiso de un tutor masculino. Sin embargo, las mujeres en los Emiratos Árabes Unidos todavía disfrutan de algunos derechos en comparación con sus homólogas en Arabia Saudí.
Los Emiratos Árabes Unidos se han enfrentado a varias acusaciones, tanto a nivel local como internacional, con respecto a su pobre historial de derechos humanos, ocultando a activistas políticos y de derechos humanos, así como a blogueros en centros de detención, y torturando a otros y cometiendo todo tipo de abusos contra ellos.
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