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'Tus palabras importan': los líderes musulmanes condenan el fanatismo de Trump tras el ataque de Nueva Zelanda

En medio de un auge global de la ideología de la supremacía blanca, la retórica de Trump afecta a las personas de todo el mundo, dicen los activistas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha "normalizado" la islamofobia en medio de un auge internacional de la ideología de la supremacía blanca, dijo el jefe de un grupo de derechos civiles musulmán-estadounidense pocas horas después del ataque que mató a decenas de fieles en dos mezquitas en Nueva Zelanda.

En un manifiesto que se refirió a los inmigrantes como invasores, el atacante, que asesinó a tiros el viernes a al menos a 49 personas en Christchurch, Nueva Zelanda, elogió a Trump como un "símbolo de la identidad blanca renovada".

Nihad Awad, director ejecutivo del Council on American-Islamic Relations (CAIR), dijo que como "líder del mundo libre", las políticas y declaraciones de Trump tienen implicaciones internacionales más allá de las fronteras de los Estados Unidos.

"En los ataques de muchos supremacistas blancos contra la comunidad estadounidense-musulmana, citan a Trump y sus políticas", dijo Awad en una conferencia de prensa el viernes en Washington.

"No creo que ninguno de nosotros deba sorprenderse de que lo que dice y hace tenga un impacto en las actitudes y acciones de las personas, no solo en casa, sino ahora también en el extranjero”.

 

Promoviendo la intolerancia

Activistas de derechos civiles y musulmanes han acusado a Trump de promover la intolerancia con su retórica y sus políticas.

Como candidato presidencial a finales de 2015, Trump se comprometió a prohibir a todos los musulmanes entrar al país, una promesa que hizo cumplir después de ser elegido al restringir severamente los viajes a los EE.UU. de varios países de mayoría musulmana.

"Creo que el Islam nos odia", dijo Trump en una entrevista con CNN en 2016, cuando aún era candidato.

El atacante de Nueva Zelanda solo citó a Trump una vez en su manifiesto, contrapesando su admiración por el presidente de los Estados Unidos al decir que, si bien valora a Trump como símbolo del nacionalismo blanco, lo rechaza como líder político.

Aún así, muchos de los argumentos que aparecen en el manifiesto también se pueden escuchar en los discursos de políticos de extrema derecha en Occidente, incluso en los de Trump.

Por ejemplo, el atacante de Nueva Zelanda dijo que su ataque terrorista fue motivado por la ira sobre cómo los inmigrantes han erosionado la cultura europea, un supuesto fenómeno que el militante de la supremacía blanca dice que presenció mientras viajaba por el continente.

El presidente de los Estados Unidos ha enfatizado en repetidas ocasiones y no hace mucho esa misma noción.

"Creo que está cambiando la cultura, creo que es algo muy negativo para Europa", dijo Trump el año pasado cuando se le preguntó sobre la inmigración. "Sé que políticamente no es estrictamente correcto decirlo, pero lo diré y lo diré bien alto".

 

Retórica global

El viernes, Awad señaló que Trump se había referido recientemente a un grupo de solicitantes de asilo de América Central que se dirigía a la frontera sur de los Estados Unidos como una "invasión", un término encontrado en el manifiesto del atacante, que describía a los inmigrantes como "invasores".

Este ha sido un tema común relacionado con los recientes ataques de supremacistas blancos en América del Norte.

El tirador que mató a 11 congregantes judíos en una sinagoga en la ciudad estadounidense de Pittsburgh en octubre culpó a los judíos de ayudar a los "invasores" a venir a los Estados Unidos, refiriéndose a los refugiados.

En Canadá, el hombre que mató a seis fieles musulmanes en una mezquita de la ciudad de Quebec dijo que estaba motivado en parte por el temor de que el gobierno canadiense estuviera abriendo sus fronteras a flujos masivos de inmigrantes que luego tomarían el control del país.

El viernes, Awad pidió al presidente de Estados Unidos que reflexionase sobre su responsabilidad como el "hombre más poderoso del mundo".

“Fue capaz de normalizar la islamofobia y dar legitimidad a quienes temen a los musulmanes y a los inmigrantes", dijo Awad.

"Entonces, esto se reduce a él, y le decimos que: Tus palabras y tus políticas importan. Si quiere ser líder del mundo libre, tiene que cambiar sus políticas y tiene que cambiar las cosas volviendo a comprometerse con la unidad y la igualdad, no solo por medio de palabras, sino también por medio de políticas“.

Abbas Barzegar, director de investigación de CAIR, dijo que hay una red internacional de fascistas etno-europeos que defienden las mismas creencias de la supremacía blanca.

"Esta red global está conectada por una ideología, percepciones de raza y solidaridad y percepciones de la historia, y su tesis principal es que hay un choque de civilizaciones", dijo a MEE.

Dijo que estos individuos enfatizan las conquistas históricas, incluidas las Cruzadas, para respaldar su afirmación de que las culturas están en guerra.

"Este marco afecta a los musulmanes en Estados Unidos y a los musulmanes en todas partes porque nos convierte en enemigos existenciales para Occidente", dijo.

 

Las comunidades musulmanas no se dejan intimidar

A pesar del ataque mortal en Nueva Zelanda, Barzegar dijo que no han conseguido initimidar a los musulmanes en EE. UU.

"La comunidad musulmana estadounidense en este momento se moviliza, se fortalece y no tiene miedo cuando se trata de luchar contra el odio, ya sea dirigido hacia nosotros o hacia cualquier otra comunidad", dijo.

Mike Sareini, concejal de la ciudad de Dearborn, Michigan, hogar de una gran comunidad musulmana, se hizo eco de estas palabras y dijo que los residentes están "más atentos" después de la tragedia, pero continúan fuertes ante el odio.

Dijo que los oficiales de policía habían asegurado a los residentes que prestarían aun más atención a todos los lugares de culto en la ciudad.

Dearborn se había ganado una falsa reputación en los círculos de extrema derecha al ser gobernado por la ley Sharia.

Durante la última década, ha atraído a manifestantes supremacistas blancos armados y activistas islamófobos que intentaban provocar a los residentes.

Pero Sareini dijo que Dearborn en realidad demuestra que el argumento de que los musulmanes en Occidente alteran o dominan drásticamente la cultura local es falso; es como cualquier otra ciudad estadounidense de su tamaño, dijo.

"No hay diferencia entre este y cualquier otro lugar… Es normal, ir a la escuela, ir a trabajar, disfrutar de tu tiempo con tu familia y vivir tu vida", dijo.

Vía Arabia.Watch

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