Estados Unidos impuso ayer nuevas sanciones a algunas empresas y a personas en Irán, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). El gobierno de los Estados Unidos dijo que había ayudado a recaudar fondos para la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés).
El Departamento del Tesoro de EE. UU. dijo en un comunicado que había incluido en la lista negra a 17 empresas y a 14 personas, a quienes consideraba que estaban financiando actividades de la IRGC.
Entre las empresas seleccionadas, añadía el comunicado, había bancos y otras instituciones financieras, entre ellas el Banco Ansar de Irán, Atlas Exchange y la compañía iraní Atlas Group.
"Estamos exponiendo una extensa red de evasión de sanciones que fue establecida por el régimen iraní para evadir las sanciones estadounidenses", citó Reuters en una conferencia de prensa al enviado especial de Estados Unidos para Irán, Brian Hook. Añadió que la medida del gobierno estadounidense "aumentaría aún más la presión sobre el régimen iraní".
Hook acusó al Banco Ansar de pagar los sueldos de los empleados de la Fuerza Al-Quds de la IRGC y de los combatientes iraníes en Siria, describiendo a la institución como "el banquero de la Guardia Revolucionaria y sus operaciones en el extranjero dirigidas por la Fuerza Al-Quds”.
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"Ellos crearon empresas fantasma para acceder al sistema financiero de los Estados Unidos por su cuenta", dijo, y agregó que las compañías habían recaudado 800 millones de dólares en el último año y medio para comprar vehículos militares y financiar las operaciones de la IRGC y de la Fuerza Al-Quds.
Ésta es la segunda medida estadounidense contra Irán en una semana. El viernes, Washington impuso sanciones similares a 31 científicos, técnicos y empresas en Irán "por participar en programas de investigación y desarrollo nuclear y de misiles".
Las nuevas sanciones se producen en plena campaña de "máxima presión" de la administración estadounidense destinada a llevar a Irán a la mesa de negociaciones, después de que el presidente Donald Trump se retirara unilateralmente de un acuerdo multinacional que las potencias mundiales habían acordado con Irán para restringir su programa nuclear.
Desde que abandonó el acuerdo de 2015, Estados Unidos ha impuesto una serie de nuevas sanciones destinadas a ahogar la financiación de Irán, especialmente del petróleo.