El rey de Arabia Saudí, Salman Bin Abdulaziz, llegó ayer a la capital de Bahrein, Manama, en una visita que, según se dice, tenía como objetivo "salvar la economía del estado del Golfo".
La visita de una hora de duración se produce un día después de la formalización por parte de Manama de un acuerdo que se firmó con Kuwait el año pasado para obtener ayuda financiera para apoyar a la economía de Bahrein como parte de un paquete de asistencia prometido por otros vecinos del Golfo.
Según la Agencia de Prensa Saudi oficial (SPA), Salman se reunió con el rey de Bahrein Hamad Bin Isa Al Khalifa, así como con el príncipe heredero y primer ministro del país. Se informó que los monarcas discutieron las relaciones bilaterales entre los dos países, los recientes desarrollos regionales y las perspectivas de cooperación y coordinación en varios campos.
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En octubre, Kuwait, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) prometieron un paquete de ayuda de 10 mil millones de dólares a Bahrein para rescatar al Estado del Golfo de lo que se describió en ese momento como una posible crisis de deuda.
Manama anunció recientemente que esperaba recibir hasta 2 mil millones de dólares para fines de 2018 como parte del paquete que, según se había previsto, se desembolsaría en un plazo de cinco años.
Los recursos financieros de Bahrein se han visto gravemente afectados por la caída de los precios del petróleo en 2014. El estado árabe también ha estado luchando para recortar el gasto gubernamental al tiempo que evita la ira pública por las medidas de austeridad.