El ejército sudanés anunció ayer que el derrocado presidente Omar Al-Bashir no será extraditado a otros países mientras el ejército esté en el poder, sino que será juzgado en tribunales locales.
El coronel general, Omar Zein Abedeen, dijo a periodistas en una conferencia de prensa en la capital, Jartum, que entregar a Al-Bashir sería "una marca fea en Sudán ... incluso a los rebeldes que portan armas, no los extraditaremos".
La Corte Penal Internacional (CPI) emitió dos órdenes de arresto internacionales contra al-Bashir en 2008 y 2009 por cargos de organización de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en la región de Darfur en Sudán entre 2003 y 2008.
Anteriormente el jueves, el ministro de Defensa de Sudán, Ahmad Awad Bin Awf, anunció el derrocamiento y la detención del presidente Omar Al-Bashir después de meses de protestas contra el gobierno.
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