El fiscal general sudanés ordenó el interrogatorio del destituido presidente Omar Al-Bashir por cuestiones relacionadas con el lavado de dinero y la financiación del "terrorismo", informó la agencia oficial de noticias SUNA.

Se ha tomado esta decisión mientras cientos de miles de sudaneses continúan las protestas pidiendo un gobierno civil y elecciones libres, después de que el ejército derrocase al antiguo dictador a principios del mes pasado. Las protestas comenzaron en diciembre del año pasado, con ciudadanos que pedían mejores condiciones de vida tras un aumento en el precio de los productos básicos, dejándoles sin poder vivir.

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Después de ser destituido, Al-Bashir fue trasladado a la prisión de Kobar. Las autoridades posteriormente confiscaron 7 millones de euros (7,8 millones de dólares) y 350.000 dólares, además de los cinco mil millones de libras sudanesas (110,9 millones de dólares) que se encontraron en su casa.

Una declaración emitida por el fiscal general, Al-Walid Sayed Ahmed, reveló que otras figuras destacadas también serán objeto de investigación por delitos financieros.

Protestas en Sudán - Viñeta [Sabaaneh / MiddleEastMonitor]

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