A medida que el déficit financiero de la Autoridad Palestina sigue empeorando, la Unión Europea (UE) ha anunciado que ayudará a los palestinos en su esfuerzo humanitario con una ayuda adicional de 24,7 millones de dólares. Federica Mogherini, jefa de política exterior de la UE, declaró que la UE mantendrá su papel como "el donante más fiable para los palestinos".
Sin embargo, un donante fiable no compensa la ausencia de un socio político que tome en serio las demandas palestinas. La UE continúa distinguiendo entre la ayuda humanitaria para los palestinos y las relaciones económicas con Israel, lo que pone a esta último en una situación de ventaja muy clara.
El anuncio de Mogherini se hizo antes de la reunión del Comité de Enlace Ad Hoc (AHLC) en Bruselas, que ella describió como "apoyar un objetivo político" con referencia al paradigma de dos estados. Curiosamente, ella describió la ayuda de la UE a los palestinos como "una inversión en seguridad para los palestinos, para los israelíes, para la región y para nosotros mismos".
Los palestinos, sin embargo, no se sienten seguros. Existe una discrepancia entre satisfacer las necesidades básicas, como es el caso de los palestinos, a la vez que se reservan oportunidades de inversión y donaciones a Israel. La UE puede ser el donante más consistente cuando se trata de ayuda humanitaria para los palestinos, pero también es, en palabras del embajador de la UE en Israel, Emanuele Giaufret, el "mayor objetivo para la inversión israelí".
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Al igual que Mogherini, Giaufret da prioridad a la seguridad israelí, afirmando que la UE está "unida en lo que respecta a Israel y su seguridad". También dijo: "Necesitamos ver el fin del conflicto y la ocupación, que ponen en riesgo los intereses de Israel a largo plazo".
La UE está exponiendo descaradamente su interés en mantener la colonización de Israel centrándose únicamente en poner fin a la ocupación militar. También es la razón por la cual la seguridad y el compromiso de dos estados continúan definiendo los objetivos políticos de la UE. La ayuda humanitaria seguirá siendo una necesidad mientras Israel mantenga su presencia colonial en Palestina, a pesar de que Mogherini afirma que "una solución de dos estados no puede ser sustituida por una asistencia técnica y financiera interminable".
La relación entre la UE e Israel está sujeta al Acuerdo de Asociación que, en el artículo 2, establece que las relaciones “se basarán en el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos, que guían su política interna e internacional y constituyen un elemento esencial de este Acuerdo”. Ni que decir tiene que ambas partes no han demostrado, y mucho menos implementado, el respeto por los derechos humanos y los principios democráticos en lo que respecta a los palestinos que viven dentro de Israel y bajo su ocupación militar. Tales cláusulas existen dentro de los parámetros que permiten una interpretación, en lugar del significado real de los términos, para impulsar políticas y prácticas.
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Mientras tanto, el aspecto más visible de las relaciones entre la UE y Palestina sigue siendo la ayuda humanitaria, que es limitada, restrictiva y nada más que una compensación inadecuada por un esfuerzo colectivo para privar a los palestinos de sus derechos. La ayuda humanitaria permite a la UE desviar la atención del hecho de que ayuda para evitar que los palestinos exijan y logren su legítimo derecho a vivir en la Palestina histórica.
Sin duda, la ayuda adicional proporcionará un respiro temporal, pero también es un incentivo para que Israel inflija más violaciones sobre el pueblo de Palestina. En cuanto a la seguridad, no está definida por la ayuda humanitaria. Los palestinos están constantemente amenazados por la presencia colonial de Israel, que también amenaza la seguridad mientras perpetúa el discurso que señala a los pueblos colonizados como los ‘malos’ de la película. Definir la ayuda humanitaria como una inversión en seguridad es un respaldo absoluto a la agenda de Israel, obtenida mediante la explotación de las vidas de la población indígena colonizada.
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