El Líbano nunca sobreviviría si medio millón de refugiados palestinos y 1,6 millones de refugiados sirios permanecieran en el país, dijo ayer el presidente libanés, Michel Aoun.
Los comentarios se produjeron durante una reunión celebrada en el palacio presidencial en la capital libanesa de Beirut con una delegación del Consejo de Iglesias de Oriente Medio (MECC), encabezada por su secretaria general Souraya Bechealany.
Aoun pidió al MECC que ayude al gobierno libanés a resolver el problema de los refugiados sirios "convenciendo a los países occidentales para que acepten que los refugiados regresen a sus países lo antes posible".
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"Israel ha declarado que los refugiados palestinos permanecerían donde están", señaló, advirtiendo que si los refugiados permanecían en el Líbano, "su demografía cambiaría completamente".
Hay 174.422 refugiados palestinos que viven actualmente en 12 campamentos y 156 comunidades palestinas en cinco gobernaciones del Líbano, según un informe de la Oficina Central de Estadísticas de Palestina (PCBS) en 2017.
El Líbano, con una población estimada de 4,5 millones, se queja de la carga de los refugiados que ha estado enfrentando desde el inicio de la guerra civil siria en 2011.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de refugiados sirios en el Líbano llegó a 997.000 a finales de noviembre de 2017, excluyendo a los sirios que no están registrados en ACNUR.
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