Hamás acogió con satisfacción la postura de la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), que rechazó la normalización comercial con Israel.
Esto ocurrió después de que la UGTT exigió a una importante empresa tunecina que retirara los productos israelíes de sus almacenes y pidió a los Ministerios de Relaciones Exteriores y Turismo que investigaran una agencia de viajes que organiza viajes a Israel.
Hamás también ha expresado su orgullo por la postura del ex viceprimer ministro de Jordania, Mamdouh Abadi, que se retiró de un programa de televisión tras descubrir que uno de los invitados era un israelí.
El movimiento continuó condenando enérgicamente la posición de la Liga Mundial Musulmana, que anunció su intención de invitar abiertamente y acoger a una delegación judía en Arabia Saudí.
El movimiento dijo que considera la normalización con Israel una puñalada en la espalda a la resistencia, una violación de los derechos del pueblo palestino y la consolidación de la ocupación en la tierra de Palestina.
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