La Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) expresó su profunda preocupación por los informes de un ataque aéreo llevado a cabo el martes en un campamento de refugiados al este de la capital, Trípoli, hiriendo a muchos refugiados.
La misión de la ONU instó a todas las partes en el conflicto a cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, que garantizan la protección de los civiles, incluidos los refugiados y los migrantes.
El dictador de Libia, el capitán general Khalifa Haftar, lanzó a principios de abril una ofensiva militar contra la capital, la sede del Gobierno de Acuerdo Nacional, reconocido internacionalmente.
Según la Organización Mundial de la Salud, la ofensiva provocó la muerte de 443 personas e hirió a otras 2.110 en Trípoli.
Las Naciones Unidas, la Unión Europea y muchos otros países están exigiendo un alto el fuego en Libia y recurrir al proceso político para poner fin a la lucha por el poder en el país.
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