El presidente de la junta de la Cámara, Ajlan Al-Ajlan, advirtió en un tuit contra los peligros de la práctica comercial en Turquía.
Dijo que varios inversionistas saudíes se han quejado de que sus activos están bajo amenaza, mientras que las autoridades turcas no hacen lo suficiente para protegerlos.
Al-Ajlan se refirió al ambiente de seguridad en Turquía como turbulento y afirmó que los empresarios saudíes estaban sujetos a chantajes de "partidos influyentes", y que los turistas saudíes eran cada vez más víctimas de "casos de acoso y fraude".
A principios de este mes, el príncipe Faisal bin Bandar, el influyente gobernante de Riad, fue visto rechazando una taza de café cuando supo que era de fabricación turca. Un miembro de la familia real, el príncipe Abdullah bin Sultan Al Saud, compartió el video y elogió los llamamientos por boicotear los productos turcos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, encabezó una campaña que obligó a los saudíes a revertir su negativa inicial al asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul y culpar a los funcionarios de seguridad deshonestos. Pero esto no impidió que Turquía filtrara un conjunto de pruebas al público, y otro conjunto presentado a los estados en cuestión. Este conjunto incluye una grabación de voz del crimen, que parece condenar al príncipe heredero de la corona, Mohammed bin Salman.
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Al principio, el príncipe heredero trató de calmar la crisis, llamando a Erdogan y con el objetivo encontrarse. Sin embargo, Turquía siguió desacreditando a Bin Salman, en un intento por instar a Estados Unidos a que le dé la espalda a él y a su padre, el Rey Salman. Sin embargo, no pasó nada y el príncipe heredero está en guerra con Ankara.
Cuando el boicot saudí a Turquía comenzó en noviembre pasado, los saudíes encabezaron la lista de extranjeros que compran propiedades turcas, informó Bloomberg. En pocas semanas, cayeron a la sexta, con una disminución del 37% en las compras. El crecimiento impulsado por la construcción ha estado en el centro de la estrategia económica del presidente Erdogan. La economía turca se encuentra actualmente en recesión.