El primer ministro libanés, Saad Hariri, fue "interrogado y amenazado personalmente" en Arabia Saudí en octubre de 2017, anunció ayer el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)
El informe, emitido por la activista de derechos Agnes Callamard, señaló que Saud Alqahtani, un funcionario saudí, fue "uno de los dos funcionarios que participaron en el intento de obligar a Hariri a renunciar durante su detención en una residencia privada en el complejo del Ritz-Carlton en Riad".
"Hariri había sido víctima de torturas y tratamientos psicológicos que pueden ser crueles, inhumanos y degradantes", agregó Callamard.
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Middle East Eye citó fuentes oficiales bien informadas de que Hariri también fue "humillado verbalmente y golpeado" durante su detención.
Hariri, quien posee la ciudadanía saudí, inicialmente renunció en un comunicado televisado en directo de Arabia Saudí, donde vive su familia. Dijo que estaba renunciando como primer ministro para protestar contra Hezbolá y la dominación de Irán sobre el Líbano.
La renuncia fue ampliamente rechazada en el Líbano por falsa y hecha bajo coacción, y el presidente Michel Aoun pidió a Hariri que regresara a casa.
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