Los primeros resultados de la encuesta hicieron que el candidato del partido gobernante de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani, se adelantara cómodamente a las elecciones del sábado, obteniendo el 50,72% de los votos con poco más de la mitad de los votos contados, según han mostrado los datos de la comisión electoral esta mañana, informa Reuters.
Su principal rival, Mohamed Ould Boubacar, respaldado por el mayor partido islamista de Mauritania, tiene el 18,47% de los votos hasta el momento, según las cifras. Biram Dah Abeid, un activista de la esclavitud de los mauritanos de raza negra, se encuentra muy igualado con Boubacar, con el 18,24%.
Hata el momento se han contabilizado unos 800.000 votos de los 1,5 millones.
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Las elecciones han sido las primeras en la historia de la nación sahariana escasamente poblada desde la independencia de Francia en 1960 para elegir un sucesor de un presidente elegido democráticamente. El presidente saliente, Mohamed Ould Abdel Aziz, sorprendió a muchos de sus compatriotas y observadores internacionales al hacerse a un lado después de cumplir los dos mandatos electos de cinco años como presidente.
Su decisión rechazó una tendencia en la que los líderes africanos, incluso en Ruanda y la República del Congo, han cambiado o abolido los límites de mandato para aferrarse al poder.
Desde que tomó el timón en un golpe de estado de 2008, Abdel Aziz, de 62 años, ha posicionado a Mauritania, hogar de menos de 5 millones de personas en una vasta extensión del desierto del Sahara occidental, como aliada de Occidente contra los militantes islamistas.
Sin embargo, a diferencia de otros aliados regionales, Mauritania se ha salvado en gran medida de las represalias de los militantes yihadistas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico que han devastado a los vecinos Mali y Burkina Faso.