Saudi Aramco planea imponer nuevas medidas para reducir sus gastos anuales en altos funcionarios y ministros de Arabia Saudí, incluido el actual ministro de Energía, Khalid Al-Falih.
El objetivo de las medidas es separar a la compañía del Ministerio de Energía, Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudí, protegerla legalmente, evitar las críticas de los inversores globales y prepararse para la posibilidad de su futura cotización en las bolsas de valores globales, según el Financial Times.
El periódico británico explicó que los gastos que se reducirán incluyen los gastos y los "altos salarios" de algunos ministros, que la empresa solía pagar y mantener en secreto.
Al-Falih, quien también es el director de Aramco, está utilizando algunos de los aviones de la compañía y se está hospedando en costosas suites de hotel. Esto ha afectado negativamente a las ganancias de Aramco, la compañía de petróleo y gas más grande del mundo, con ingresos netos de 111.000 millones de dólares en 2018.
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De acuerdo con ocho fuentes cercanas a la compañía y el Ministerio de Energía, Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudí, los planes de su separación son cada vez más importantes a medida que los planes de Aramco de cotizar en el mercado de valores y las acciones globales han estado captando la atención recientemente.
Las fuentes señalaron que la asociación de la compañía con el ministerio lo deja vulnerable a las medidas legales que se pueden tomar en los Estados Unidos, en base a un reciente proyecto de ley del Congreso que permite a la administración del presidente Donald Trump demandar a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por su presunta complicidad en los precios del petróleo. Esto puede afectar las propiedades de la compañía en los Estados Unidos.
Según informes anteriores de Estados Unidos, Aramco pagó en 2018 aproximadamente 160.000 millones al gobierno, en forma de dividendos, impuestos y regalías de propiedad intelectual. Aramco había producido un promedio de 13,6 millones de barriles por día en 2018.
La sede de Aramco se encuentra en Dhahran, Arabia Saudí, mientras que sus oficinas y negocios se extienden por todo el Reino, con más de 70.000 empleados de todo el mundo.