El Papa Francisco envió una carta al presidente del régimen sirio, Bashar Al-Assad, expresando su "profunda preocupación" por la situación humanitaria en Siria.
El consejero principal del Papa, el cardenal Peter Turkson, entregó la carta a Al-Assad en una reunión celebrada en Damasco a la que asistió el embajador del Vaticano en Siria.
En la correspondencia, el Papa pidió a Al-Assad que proteja a los civiles y ponga fin a la crisis humanitaria principalmente en la provincia de Idlib, expresando su "profunda preocupación" por los ciudadanos allí.
En una declaración, la oficina de Al-Assad dijo que la reunión se centró en los esfuerzos políticos para poner fin a la crisis, y el presidente sirio culpó a las potencias extranjeras que han estado apoyando a los grupos de la oposición.
Siria ha estado atrapada en una guerra civil despiadada desde principios de 2011, cuando el régimen de Al-Assad tomó medidas enérgicas contra las protestas en favor de la democracia. La guerra ha matado a más de 560.000 personas, la gran mayoría de las fuerzas aliadas al régimen. El gobierno de Al-Assad ha usado armas químicas contra civiles en decenas de ocasiones, y decenas de miles de personas en prisión se enfrentan a la tortura y a la ejecución. A pesar del régimen que pide que los refugiados regresen al país, más de un millón de personas aún figuran como “se buscan” en las bases de datos del gobierno, y los sirios que apoyaron a la oposición temían las represalias estatales.
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