Israel debe detener la expansión de los asentamientos que violan el derecho internacional, dijo el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab.
El ministro de Relaciones Exteriores británico atacó la decisión de Israel de construir 304 nuevas viviendas en asentamientos en las tierras ocupadas de Cisjordania.
"Israel debe detener la expansión de los asentamientos porque esto va en contra del derecho internacional y la práctica lleva a la anexión de Cisjordania", agregó Raab en un comunicado.
La declaración señaló que el gabinete israelí aprobó hace una semana construir 700 viviendas para los palestinos. Sin embargo, el ministro consideró que el número es "insuficiente".
La declaración también dijo que el Reino Unido está instando continuamente al gobierno israelí a desarrollar mecanismos para permitir a los palestinos construir en el Área C.
El Reino Unido aún está seriamente preocupado por la continua demolición de propiedades palestinas por parte de las autoridades de ocupación israelíes, agrega el comunicado.
En este contexto, Israel celebró hace dos semanas la elección de Boris Johnson como primer ministro británico, que ya se había descrito a sí mismo como un "verdadero amigo de Israel".
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"Johnson mantendrá sus buenas relaciones con Israel", dijo una fuente cercana al nuevo primer ministro británico.
La Unión Europea (UE) también ha renovado su oposición a la política de asentamientos, argumentando que es ilegal según el derecho internacional, ya que socava la viabilidad de una solución de dos estados y la posibilidad de una paz duradera.
Una declaración del Servicio Europeo de Acción Exterior en Bruselas dijo que "las autoridades israelíes han aprobado la propuesta de construir más de 2.000 unidades de vivienda en asentamientos ilegales en la ocupada Cisjordania y la posición de la UE sobre la política de asentamientos israelí en el territorio palestino ocupado continúa siendo clara y sin cambios: cualquier actividad de asentamiento es ilegal según el derecho internacional y socava la viabilidad de una solución de dos estados y la posibilidad de una paz duradera".
La declaración señaló que el gabinete israelí aprobó el establecimiento de 700 unidades de vivienda para los palestinos en el Área C, pero agregó que "la población palestina que vive en el Área C se enfrenta a repetidas usurpaciones, demoliciones, desplazamientos y confiscación de tierras, mientras que todos sus planes principales y los permisos de construcción presentados para el desarrollo palestino todavía no se han adoptado”.
La declaración explicaba que la UE espera que las autoridades israelíes cumplan con sus obligaciones como potencia ocupante según el derecho internacional humanitario y que detengan la política de construcción y expansión de asentamientos.