El gobierno yemení ha exigido la retirada de las fuerzas del Consejo de Transición del Sur (STC) de las áreas que controlaban en Adén, al sur de Yemen, antes de entablar un diálogo.
Esto se produjo según un tuit del Ministerio de Relaciones Exteriores de Yemen el miércoles.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Mohammed Abdullah Al-Hadrami, dijo que el gobierno yemení agradeció el llamado de Arabia Saudí a "una reunión para enfrentar el golpe de Estado en Adén".
Al-Hadrami continuó: "Sin embargo, todas las partes deben adherirse a la declaración emitida por la coalición saudí-emiratí con respecto a la retirada del STC de los lugares de los que se ha apoderado durante los últimos días, antes de entablar un diálogo".
#الحضرمي: رحبت الحكومة بالدعوة المقدمة من المملكة العربية السعودية الشقيقة لعقد اجتماع للوقوف امام ما ترتب عليه الانقلاب في عدن، ولكن يجب أولا أن يتم الالتزام بما ورد في بيان التحالف من ضرورة انسحاب المجلس الانتقالي من المواقع التي استولى عليها خلال الأيام الماضية قبل اي حوار.
— وزارة خارجية الجمهورية اليمنية (@yemen_mofa) August 14, 2019
El sábado, Arabia Saudí convocó una "reunión urgente" con las partes beligerantes en Adén, después de una declaración pronunciada por los separatistas del sur sobre la toma del palacio presidencial en la capital interina de Yemen tras cuatro días de combates.
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Las fuerzas del STC respaldadas por los Emiratos Árabes Unidos, que han pedido la secesión del sur, ahora tienen el control de la capital interina yemení, Adén, después de cuatro días de enfrentamientos con las fuerzas legítimas del gobierno.
Durante los enfrentamientos, más de 40 personas fueron asesinadas, incluidos civiles, además de 260 heridos, según las estadísticas de organizaciones de derechos humanos locales e internacionales.
Desde 2015, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos han liderado una alianza que lleva a cabo operaciones militares en Yemen en apoyo de las fuerzas progubernamentales contra los hutíes respaldados por Irán, que han controlado varias provincias yemeníes, incluida la capital, Saná, desde 2014.
La guerra en Yemen ha causado la muerte de miles de civiles y ha provocado el desplazamiento de millones de personas. También ha propagado enfermedades y la hambruna, en medio de condenas internacionales y demandas para detener la guerra. Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos han sido acusados de cometer violaciones contra los civiles allí.