La FIFA está haciendo la vista gorda ante la prohibición de Israel a que los palestinos celebren partidos como parte de la Copa de Palestina, dijo ayer Euro-Mediterranean Human Right Monitor.
En un comunicado, el grupo de derechos humanos dijo que las autoridades israelíes continúan prohibiendo a 30 jugadores del Equipo Rafah en Gaza que jueguen el partido final de la Copa de Palestina contra el Equipo Juvenil Balata, en la ciudad ocupada de Nablus en Cisjordania. Esto, continuó, es una violación del derecho internacional y de los principios de la FIFA, que enfatizan "el derecho a jugar".
Los dos equipos jugaron el partido de ida el 30 de junio en Rafah y el partido de vuelta estaba previsto para julio.
Según el Euro-Med, la ocupación israelí impide que los futbolistas de Gaza viajen a Cisjordania por razones de seguridad, enfatizando que esto es "simplemente una cobertura política para el castigo colectivo [israelí] ejercido contra la Franja de Gaza".
Los palestinos celebran una serie de partidos cada año y los equipos de Gaza y Cisjordania juegan entre sí en ambas áreas de los territorios palestinos ocupados hasta que llegan a la final de la Copa de Palestina, que es reconocida por la FIFA.
Euro-Med informó que las restricciones israelíes a los atletas palestinos "han aumentado", con las fuerzas de ocupación impidiendo que los equipos de culturismo y voleibol participen en torneos internacionales.
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