Estados Unidos pondrá a prueba el compromiso del nuevo gobierno de transición de Sudán con los derechos humanos, la libertad de expresión y el acceso humanitario antes de aceptar retirar al país de una lista de patrocinadores estatales del terrorismo, dijo el lunes un alto funcionario estadounidense, informó Reuters.
El funcionario del Departamento de Estado, hablando con los periodistas en segundo plano, dijo que el nuevo primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok será el principal punto de contacto, pero que los diplomáticos estadounidenses también tendrán que interactuar con el general Mohamed Hamdan Dagalo, comúnmente conocido como Hemedti, el jefe adjunto saliente de El consejo militar que dirige un grupo paramilitar muy temido en la región.
"El primer ministro Hamdok ha dicho que todo está correcto, por lo que esperamos colaborar con él", dijo el funcionario del Departamento de Estado. “Este nuevo gobierno ha mostrado su compromiso hasta ahora. Vamos a seguir probando ese compromiso ”, agregó el funcionario.
Hamdok, economista, juró la semana pasada como líder de un gobierno de transición, prometiendo estabilizar al país y resolver su crisis económica.
El funcionario dijo que el nuevo gobierno había enfatizado en conversaciones recientes con funcionarios estadounidenses que querían que el país fuera eliminado de la lista de patrocinadores del terrorismo. Figurar en esta lista limita el acceso de Sudán a financiamiento internacional, incluso de prestamistas como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
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Hamdok, quien trabajó para la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, dijo a Reuters el domingo que buscaría hasta 10 mil millones de dólares en fondos extranjeros durante los próximos dos años para cubrir la factura de importación de Sudán y ayudar a reconstruirla.
"Es un obstáculo en este momento", reconoció el funcionario refiriéndose a las sanciones de Estados Unidos, y agregó: "Tomará un poco de tiempo para arreglarlo, pero estamos comprometidos a hacerlo. Queremos tener un diálogo positivo con este nuevo gobierno civil".
Sudán fue designado patrocinador estatal del terrorismo en 1993 bajo el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, separándolo de los mercados financieros y estrangulando su economía.
Washington levantó un embargo comercial de 20 años contra Sudán en 2017 y estaba en el proceso de negociaciones para eliminarlo de la lista de Estados Unidos cuando el ejército intervino el 11 de abril para destituir al veterano autócrata Omar al-Bashir, quien gobernó Sudán durante 30 años.
La creciente ira pública por la escasez de alimentos, combustible y divisas provocó manifestaciones masivas que finalmente obligaron a Bashir a dejar el poder en abril.
El gobierno de Trump suspendió las negociaciones para normalizar las relaciones con Sudán y exigió que el poder militar se entregue a un gobierno civil.