Más de 1.000 civiles han sido asesinados en la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria, en los últimos cuatro meses, anunciaron ayer las Naciones Unidas (ONU).
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que su oficina había logrado identificar a 1.089 civiles que fueron asesinados durante el período comprendido entre el 29 de abril y el 29 de agosto.
Bachelet agregó que los asesinatos fueron el resultado de ataques aéreos y ataques terrestres, llevados a cabo por el régimen sirio y sus aliados.
Las víctimas, agregó, incluían 304 niños y 213 mujeres.
"No debería tener que enfatizar que estas cifras son espantosas, vergonzosas y profundamente trágicas", dijo Bachelet.
La funcionaria de la ONU pidió a todas las partes en conflicto "que dejen de lado las diferencias políticas y detengan la carnicería".
Leer: Iranian oil tanker turns off tracker, raising suspicion of taking fuel to Syria
Turquía y Rusia acordaron el pasado septiembre convertir Idlib en una zona de desescalada, donde los actos de agresión estén expresamente prohibidos. Según el acuerdo, los grupos de oposición en Idlib permanecerían en áreas donde ya estaban presentes, mientras que Rusia y Turquía realizarían patrullas conjuntas en el área para evitar la reanudación de los combates.
Sin embargo, el régimen sirio y sus aliados han incumplido constantemente los términos del alto el fuego, lanzando frecuentes ataques dentro de la zona de desescalada.