El presidente francés Emmanuel Macron pidió el viernes "la provisión de una tregua en las fronteras del sur del Líbano".
Esto se produjo durante una conversación telefónica de Macron con el primer ministro libanés, Saad Hariri, según un comunicado emitido por la oficina de Hariri, del que la Agencia Anadolu obtuvo una copia.
La declaración confirma que Macron enfatizó que "el compromiso de Francia con la estabilidad y seguridad del Líbano, el fortalecimiento de su estado e instituciones, y la importancia de proporcionar una tregua en las fronteras del sur".
Durante la llamada, Hariri agradeció a Macron por sus esfuerzos de contener la escalada, después del ataque de Israel al suburbio de Beirut.
Hariri también expresó el agradecimiento de su país por el papel principal de Francia en la extensión de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano el jueves pasado, y enfatizó el pleno respeto de su país por la Resolución 1701.
La declaración agrega que Macron expresó su satisfacción con el progreso en curso hacia el lanzamiento de proyectos de inversión de CEDRE, durante una reunión entre el enviado presidencial francés, Pierre Dukan, y el primer ministro Hariri.
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CEDRE es una conferencia económica que se celebró en París el 6 de abril de 2018, con la participación de 50 países, cuyo objetivo fue apoyar la economía del Líbano. El total de préstamos financieros prometidos por los países donantes alcanzó los 12.000 millones de dólares.
Los dos funcionarios acordaron realizar una investigación en profundidad acelerando la implementación de reformas y proyectos de inversión en el Líbano, así como formas de mejorar la estabilidad en el Líbano y la región, durante su próxima reunión el 20 de septiembre en París, según el comunicado.
El Líbano ha sufrido una grave crisis económica, que ha empeorado por los disturbios políticos en el país. La deuda general total del país ascendió a 86.200 millones de dólares en el primer trimestre de 2019, como lo muestran las cifras oficiales.
El domingo, Hezbolá, respaldado por Irán, anunció que sus combatientes habían destruido un vehículo militar israelí en la carretera de los barracones de Avivim, cerca de las fronteras en el norte de Israel, matando e hiriendo a los soldados en los barracones. Israel contraatacó con decenas de proyectiles de artillería dirigidos al sur del Líbano.
Desde el 25 de agosto, el Líbano ha sido testigo de las crecientes tensiones de seguridad, con el aterrizaje de dos aviones no tripulados en el suburbio sur de Beirut. A esto le siguió el día siguiente tres explosiones en la sede militar del Frente Popular para la Liberación de Palestina (Comando General), en el área de Qousaya en el distrito de Zahlé, Beqaa.
Israel no confirmó ni negó la responsabilidad de los ataques, pero el presidente libanés Michel Aoun describió el incidente como una "declaración de guerra" por parte de Tel Aviv.
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