Según los informes, Israel ha plantado dispositivos de espionaje de teléfonos móviles cerca de la Casa Blanca y en otros lugares sensibles de la capital de los Estados Unidos, Washington DC, en los últimos dos años.
Las graves acusaciones se hicieron en un informe en el sitio de noticias estadounidense Politico, basadas en cuentas anónimas proporcionadas por tres ex funcionarios estadounidenses.
El FBI y otras agencias de inteligencia están "seguros" de que los agentes israelíes son los responsables del espionaje, aunque no declararon si los israelíes tuvieron éxito en su esfuerzo. Se dice que las agencias han utilizado análisis forenses sofisticados de los dispositivos, conocidos como StingRays.
Un ex alto oficial de inteligencia llegó a decir: "Estaba bastante claro que los israelíes eran los responsables".
Sin embargo, Elad Strohmayer, portavoz de la embajada israelí en Washington, desestimó las acusaciones como "absurdo absoluto" y negó cualquier actividad de espionaje llevada a cabo en los Estados Unidos por el gobierno de Israel.
La oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que actualmente lucha por la supervivencia política en las próximas elecciones, ha desestimado el informe como "una mentira descarada".
No está claro si habrá alguna reacción de los Estados Unidos.
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