Rusia logró lanzar un proceso político dentro de Siria con sus socios del formato de Astaná y con el apoyo de la ONU, dijo el presidente Vladimir Putin el jueves, según informa Reuters.
Putin habló en la sesión plenaria final de la 16ª reunión del Club de debate internacional de Valdai al que asistieron el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, el rey de Jordania, Abdullah II Ibn Al Hussein, el presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, y el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte.
Refiriéndose a los acontecimientos en Siria, Putin dijo que la mayor parte del país fue liberado de los terroristas en varios años y que el nivel de violencia ha disminuido drásticamente.
"Junto con nuestros socios del formato de Astaná y con el apoyo de la ONU, hemos logrado lanzar un proceso político dentro de Siria y establecer estrechos contactos de trabajo con Irán, Turquía, Israel, Arabia Saudí, Jordania y otros países de Oriente Medio así como con los Estados Unidos", agregó.
Hizo hincapié en que su país logró hacer mucho en Siria junto con sus socios de acuerdo con el derecho internacional, respetando la soberanía y pensando principalmente en la vida, la seguridad y los intereses de la gente.
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Siria ha estado atrapada en una despiadada guerra civil desde principios de 2011 cuando el régimen de Bashar al-Assad tomó medidas enérgicas contra las protestas prodemocráticas con una ferocidad inesperada, que más tarde se convirtió en enfrentamientos sangrientos e intervenciones de fuerzas externas, incluido el grupo libanés Hezbolá y la milicia iraní.
Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones más desplazadas, según funcionarios de la ONU.
El proceso de paz de Astaná para poner fin al conflicto sirio se inició en enero de 2017 como iniciativa de Turquía, Rusia e Irán. Se realizaron un total de 13 rondas en Astaná, Kazajstán.
Refiriéndose al conflicto israelí-palestino, el rey Abdullah de Jordania dijo que la "solución de dos estados" es la única forma de resolver el problema.
También expresó su preocupación por Jerusalén y dijo que todos los estados son responsables de salvar la ciudad de paz.