Aisha Al-Shater ha estado en el hospital durante una semana después de agravarse su estado de salud tras una segunda huelga de hambre en protesta por las condiciones en su prisión.
La hija del líder de los Hermanos Musulmanes, Khairat Al-Shater, fue arrestada en noviembre de 2018. Desaparecida en contra de su voluntad y encontrada 21 días después en la prisión de mujeres de Al-Qanater. Junto a ella, aquella noche, 19 activistas más fueron arrestados.
Aisha ha estado en huelga de hambre desde mediados de agosto para protestar contra el hecho de que no se le permita ver a su familia, incluidos sus hijos, a pesar de que la prohibición de visitas de familiares a los presos esté en contra de la ley egipcia. Otra de las razones de su huelga de hambre es que ha estado en régimen de aislamiento desde su detención.
Durante una audiencia en la corte en junio, Aisha dijo que estaba usando su bolsillo para hacer sus necesidades porque no tenía acceso a un retrete o una ducha y que no se le proporcionó productos sanitarios.
La organización de derechos We Record ha documentado el deterioro de la salud de Aisha en la prisión, donde ha estado expuesta a descargas eléctricas y al uso de ropa ligera en la prisión a pesar del frío.
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A principios de septiembre, Aisha fue trasladada al hospital de la prisión Al-Qanater. Las autoridades penitenciarias intentaron persuadirla para que pusiera fin a su huelga ofreciéndole visitas de sus hijos, sacándole de la celda de aislamiento y dándole más tiempo fuera de su celda.
Ella estuvo de acuerdo, pero cuando las concesiones no se materializaron, reanudó su huelga de hambre. Aisha lleva una semana en el hospital después de que su salud empeorase una vez más.
Como la mayoría de los miembros de la oposición, Aisha ha sido acusada de una gran variedad de cargos de terrorismo, pero We Record ha dicho que su detención es infundada y debe ser tratada en el contexto de la represión continua de las mujeres por parte del régimen de Sisi.
"No hay razones penales legítimas para las prácticas que se están llevando a cabo por parte de las autoridades egipcias aparte de su deseo de castigar a las prisioneras y destruir su moral".
El gobierno egipcio arrestó a 83 mujeres solo en el mes de septiembre, lo que marca una política diferente de los regímenes anteriores que consideraban a las mujeres una línea roja.
Desde julio de 2013, el gobierno egipcio ha arrestado a 2.762 mujeres, 125 de las cuales están actualmente encarceladas.