La decisión de otorgarle al dramaturgo austríaco Peter Handke el Premio Nobel de Literatura de 2019 ha provocado indignación después de haber negado previamente el genocidio de Srebrenica.
En 1995, durante la guerra de Bosnia, el ejército serbio entró en la ciudad de Srebrenica y mató a más de 8.000 musulmanes bosnios en cinco días. Ha sido el mayor crimen de guerra en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
El ministro de Relaciones Exteriores de Albania, Gent Cakaj, dijo en Twitter que es vergonzoso que el premio haya sido otorgado a un "negador del genocidio". El primer ministro albanés escribió: "Nunca pensé que se sentiría ganas de vomitar debido a un Premio Nobel".
Handke, quien en 2006 asistió y habló en el funeral del ex presidente de Serbia Slobodan Milosevic, recibirá nueve millones de coronas suecas (917.000 dólares).
Milosevic fue acusado en 1999 por los crímenes de guerra que cometió durante la guerra de Kosovo, incluido el genocidio de miles de personas de etnia albanesa.
El embajador de Kosovo en Estados Unidos ha calificado que se le otorgue el premio como "una decisión absurda y vergonzosa" y el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, ha expresado que "la decisión del Premio Nobel ha traído un dolor inmenso a innumerables víctimas".
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El filósofo esloveno Slavoj Zizek lo ha llamado apologista de los crímenes de guerra.
Sin embargo, no todos se oponen a su victoria. Los medios serbios lo llamaron "gran amigo" y el presidente austriaco Alexander Van der Bellen escribió "tenemos mucho que agradecerle a Peter Handle. Espero que él lo sepa".
La Academia sueca que otorga el premio todavía se está recuperando de un escándalo después de que el ex ganador y marido de un miembro de la academia, Jean-Claude Arnault, fuera encarcelado por violación.
La Fundación Nobel amenazó con despojar a la academia de su derecho a otorgar el premio, después de que Arnault fuera acusado de violación y agresión sexual a 18 mujeres y condenado a dos años de cárcel.
La academia también ha sido acusada de centrarse en escritores europeos y varones.
En 2014, el propio Handke pidió que se aboliera el premio alegando que otorgaba al ganador una "falsa canonización".
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