Las fuerzas de seguridad lideradas por los kurdos no tienen suficientes guardias en el campamento de Ain Issa que retiene a familias de militantes de Daesh. Decenas de ellos han escapado desde que comenzaron los bombardeos turcos en el área, informó a Reuters un funcionario de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
Ya debilitado por la redistribución de las fuerzas al frente, la vigilancia del campamento empeoró aún más el domingo cuando los proyectiles turcos se estrellaron cerca de la zona, lo que provocó que parte del personal restante huyera, dijo el funcionario de las FDS Marvan Qamishlo.
"La vigilancia es muy débil ahora", dijo Qamishlo a Reuters asegurando que ahora solo hay entre 60 y 70 miembros del personal de seguridad en el campamento frente a 700 que había antes.
El campo alberga a unas 12.000 personas desplazadas, incluidos algunos familiares de militantes del Estado Islámico, e idealmente requeriría 1.500 guardias aseguró el funcionario.
Los avances de las fuerzas turcas y sus aliados rebeldes sirios agravaron las preocupaciones del personal de seguridad en el campo, lo que generó temores de que el lugar pudiera estar rodeado, dijo Qamishlo.
“¿Qué va a hacer una persona de seguridad? No son fuerzas especiales o de las FDS", finalizó.
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