El primer ministro libanés, Saad Al-Hariri, canceló la reunión del gabinete que fue planificada para el viernes, en medio de los reclamos que piden su dimisión, informaron los medios de comunicación libaneses.
Hariri declaró un ultimátum de 72 horas para sus socios en el gobierno, para anunciar su apoyo a las reformas y los planes anticorrupción, que ya fueron acordados.
Al-Araby Al-Jadeed informó que una agencia de noticias libanesa declaró que el presidente libanés, Michel Aoun, le pidió a Hariri que no renunciase.
La agencia de noticias confirmó que Aoun y Hariri discutieron la situación actual en el país y las posibles medidas que deberían tomarse para garantizar que las protestas en curso sigan siendo pacíficas.
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También explicó que ambos jefes de Estado están en contacto continuo sobre el tema de las protestas, así como los llamados para que el gobierno renuncie.
La decisión del gobierno de imponer nuevos impuestos y aumentar los impuestos ya existentes, hizo estallar una ola de protestas a gran escala en el país.
Al dirigirse a la nación por televisión, Hariri anunció: "Estoy dando a nuestros socios en el gobierno un plazo muy corto: 72 horas para darnos una solución que nos pueda convencer a nosotros, a la gente de las calles y a nuestros socios internacionales".
Continuó describiendo la crisis económica del país como "sin precedentes" y "difícil".
Durante su discurso, los manifestantes en la Plaza de los Mártires de Beirut continuaron pidiendo la renuncia del liderazgo político del país, incluidos Hariri, Aoun, el presidente del Parlamento Nabih Berri y el ministro de Relaciones Exteriores Gebran Bassil.
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