El Ministerio de Defensa de Turquía ha anunciado en una declaración escrita que la operación militar en el noreste de Siria no necesita expandirse y que no es necesario llevar a cabo ninguna operación nueva debido a que se han alcanzado los objetivos principales.
"Turquía nunca permitirá que se forme un corredor terrorista al sur de sus fronteras, y nuestra lucha contra el terrorismo continuará con determinación", dijo la declaración del ministerio, refiriéndose a su Operación Manantial de Paz, que se había llevado a cabo en el noreste de Siria durante casi dos semanas antes de que Turquía y Rusia acordasen un alto el fuego de 120 horas.
LATEST — Here is the complete text of Turkish, Russian agreement on Northern Syria, that pushed YPG 30km from Turkish, Syria border pic.twitter.com/jwiOurbfa3
— Ragıp Soylu (@ragipsoylu) October 22, 2019
Durante el alto el fuego, Rusia y Turquía se sometieron a negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la zona segura planificada, lo que resultó en un acuerdo "histórico" entre los dos países sobre el destino de la zona y los métodos con los que se establecería. El acuerdo y sus términos, que algunos han llamado un éxito para Turquía, mientras que otros lo ven como insuficiente, establecen que la policía militar rusa y los guardias fronterizos del régimen sirio ingresarán a partes de la zona segura planificada para "facilitar la eliminación de elementos y armas de las YPG a una profundidad de 30 km” y "finalizaría en 150 horas".
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Después de ese proceso, se llevarán a cabo patrullas conjuntas turco-rusas en el este y oeste de las zonas seguras, hasta una profundidad de diez kilómetros. Los elementos de la milicia kurda YPG serán eliminados de las ciudades estratégicas de Manbij y Tal Rifat. Los términos restantes fueron en gran medida difusos y consistieron en declaraciones generales como la de un "mecanismo conjunto de supervisión y verificación" establecido para supervisar e implementar el acuerdo mientras trabajan juntos para encontrar una solución política duradera al conflicto sirio.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, elogió el acuerdo como un gran éxito y dijo que los objetivos principales de la operación se lograron, especialmente el hecho de que un "estado terrorista" liderado por las YPG no ha logrado establecerse a lo largo de la frontera turco-siria, manteniendo la seguridad nacional de Turquía intacta. Sin embargo, muchos han expresado su descontento por el acuerdo, ya que establece que Turquía solo tendrá presencia y acceso a un área a diez kilómetros de la zona, según el acuerdo de Adana firmado entre Turquía y el régimen de Assad en 1988.
Sin embargo, Cavusoglu hizo a un lado esa preocupación y dijo: "El régimen de Assad no tiene capacidad para implementar el acuerdo Adana de 1998 entre Turquía y Siria", y agregó que Ankara no tiene contactos directos con Damasco.
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