Los libaneses están "legítimamente enfadados" con su gobierno por su negativa a combatir la corrupción y Washington apoya su derecho a manifestarse pacíficamente, dijo el miércoles un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Cientos de miles de personas en el Líbano han inundado las calles durante casi una semana en una ola de manifestaciones sin precedentes, furiosas con una clase política a la que acusan de llevar la economía al punto del colapso.
Al describir las protestas "muy atrasadas", el funcionario pidió al gobierno libanés que lleve a cabo las reformas económicas exigidas por el pueblo, y agregó que Beirut no debería obtener un "rescate" de la crisis.
“La gente en el Líbano está frustrada. Las multitudes que están saliendo son enormes... y la gente quiere ver acción. El gobierno de los Estados Unidos apoya su llamado a la acción para reformar la lucha contra la corrupción", dijo el funcionario a los periodistas. "Este no es un problema nuevo. La crisis económica a la que se enfrenta actualmente el Líbano fue algo que se veía venir”.
Los manifestantes, que ondeaban banderas, mantuvieron las carreteras bloqueadas con vehículos y barricadas improvisadas por séptimo día el miércoles. Los bancos han estado cerrados desde el viernes y permanecerán cerrados el jueves, dijo la asociación bancaria. Las escuelas también están cerradas.
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El gobierno del primer ministro Saad al-Hariri anunció el lunes un paquete de reformas de emergencia para tratar de calmar la ira pública y alejar al estado de una inminente crisis financiera.
Washington estaba en contacto de rutina con sus homólogos libaneses, pero dependía de Estados Unidos decirle a Beirut qué hacer, dijo el funcionario, el cual habló bajo condición de anonimato.
"Está por ver si el pueblo libanés aceptará lo que se ha presentado", dijo. "Hemos estado hablando con ellos sobre la reforma durante mucho tiempo".
Las fuentes dijeron que los líderes libaneses están discutiendo una posible reorganización del gobierno para desactivar las protestas. La más alta autoridad cristiana maronita del Líbano y un destacado político druso se sumaron a la oleada de cambios, pidiendo que se incluyeran tecnócratas calificados en cualquier reforma del gobierno.
En una declaración el martes, el gobierno francés instó a Beirut a llevar a cabo las reformas, que son clave para desbloquear unos 11 mil millones de dólares en financiación prometidos por Francia y otros países e instituciones crediticias el año pasado.
El funcionario dijo que Washington vio el anuncio de las reformas de emergencia, pero que debían ponerse en práctica para que se implementara el paquete financiero. "Los fondos se liberarán cuando se promulguen y apliquen estas reformas", dijo.