La Fundación MyAQSA de Malasia reunió pruebas y declaraciones de testigos para presentar a los fiscales de la Corte Penal Internacional (CPI) a finales de este año "para permitir que Israel sea acusado de crímenes contra la humanidad", según informaron ayer medios locales.
En mayo, el jefe de la delegación social de MyAQSA, Lukman Sheriff Elias, dijo durante una reunión en La Haya de Holanda que la CPI había recomendado reunir pruebas y testigos que podrían utilizarse para convocar a Israel para que comparezca ante el tribunal.
Hablando en una conferencia de prensa, Elias explicó que MyAQSA estaba llevando a cabo una serie de investigaciones en tres asentamientos ilegales, en su mayoría afectados por las atrocidades del ejército israelí, y agregó que también había identificado "testigos oculares requeridos para el juicio".
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"Nuestra delegación de diez personas fue a los asentamientos israelíes en Wadi Al-Hummus, Issawiyya y At-Tur en la Jerusalén ocupada y pasó tres días registrando declaraciones", dijo.
"Se entrevistó a más de 20 víctimas y se grabaron sus declaraciones", señaló Elias, y señaló que la fundación también "grabó las casas demolidas y la plantación destruida para llamar la atención de la oficina del fiscal de la CPI".
El activista de Malasia dijo que su fundación estaba preparando "un informe completo sobre la visita de la delegación a Jerusalén, con pruebas contundentes para condenar a Israel por crímenes contra la humanidad".
"Israel violó la Resolución 2334 cuando continuó construyendo asentamientos ilegales en tierra palestina", continuó. En 2016, la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidió a Israel que detuviera la construcción de todos los nuevos asentamientos.