El gobierno iraquí no responderá a las demandas de renuncia de los manifestantes sin una alternativa "fácil y rápida", anunció ayer el primer ministro Adil Abdul-Mahdi.
"Hay demandas legítimas para la renuncia del gobierno, pero esto no se puede lograr sin una alternativa fácil y rápida", dijo Abdul-Mahdi durante una reunión de gabinete.
El primer ministro iraquí señaló que la renuncia de su gobierno dejaría "una brecha en el país que acentuará los problemas nacionales".
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"Estoy listo para entregar el poder y dejar el cargo de inmediato si las fuerzas políticas acuerdan una alternativa", enfatizó.
Desde el 25 de octubre, las manifestaciones en Iraq han sacudido la capital de Bagdad y otras provincias iraquíes contra la corrupción gubernamental, el desempleo y la falta de servicios básicos. Según grupos de derechos humanos, más de 250 manifestantes han sido asesinados desde la erupción.
Se ha desatado la ira en Iraq en los últimos años debido al aumento del desempleo y la corrupción desenfrenada. Muchos en el país tienen acceso limitado a servicios básicos como electricidad y agua limpia.
Según las cifras del Banco Mundial, el desempleo juvenil de Iraq es de alrededor del 25%. También está clasificado como el 12º país más corrupto del mundo por varias organizaciones de transparencia.