Estados Unidos decidió mantener a unos 600 militares en Siria, a pesar del deseo del presidente Donald Trump de detener la participación de Estados Unidos en "guerras interminables", dijo ayer el jefe del Pentágono, Mark Esper.
"Todavía estamos retirando tropas del noreste de Siria. Tendremos alrededor de 500 a 600 soldados allí, al final del día", dijo la Agence France-Presse citando a Esper.
Cuando se le preguntó si la cifra incluye a las 200 tropas estacionadas en la base de Al-Tanf en la frontera con Jordania, Esper dijo que solo estaba hablando sobre el noreste de Siria, donde Trump había dado instrucciones al Pentágono para proteger los campos petroleros.
"En todo el país, habrá alrededor de 600 soldados", dijo Esper.
Esper señaló que la cifra puede cambiar, especialmente si los aliados europeos deciden fortalecer su presencia en Siria.
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"Las cosas cambian. Los eventos sobre el terreno cambian. Podríamos tener, por ejemplo, socios y aliados de Europa que se unan a nosotros. Si se unen a nosotros en el terreno, puede permitirnos volver a desplegar más fuerzas estadounidenses allí”, agregó.
La semana pasada, las fuerzas estadounidenses se retiraron de una base militar en Ain Al-Arab, al norte de Alepo.