Avigdor Lieberman, presidente del partido Israel Beitenu, dijo que todos los esfuerzos "para formar un gobierno de unidad o un estrecho gobierno en Israel han fracasado" y, por lo tanto, nos dirigimos a otras elecciones.
Lieberman agregó que la responsabilidad de establecer un gobierno de unidad recae sobre los partidos del Likud, liderados por el primer ministro interino Benjamin Netanyahu, y la Alianza Azul y Blanco (Kahol Lavan), dirigida por Benny Gantz.
Declaró en una entrevista con la radio oficial hebrea el jueves que "no se unirá a un gobierno estrecho", señalando que hay personas en el Likud, que todavía creen que puede ser persuadido para unirse a un gobierno de derecha.
Indicó que apoyaría las elecciones del 25 de febrero, acusando a los partidos Likud y Azul y Blanco de irresponsabilidad, y agregó que "no está claro cómo esperan que el público les crea si no creen el uno en el otro".
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Lieberman reveló que el desacuerdo entre el Likud y el Azul y Blanco se trata de quién será el primer ministro primero, no por las acusaciones contra el primer ministro Benjamin Netanyahu. Según él, "todas las partes de derecha e izquierda proporcionarán garantías para el acuerdo de rotación entre Netanyahu y Gantz, y la disputa es solo una excusa para su negativa a formar un gobierno de unidad".
A pesar de las declaraciones de Lieberman sobre la intención de unirse a un estrecho gobierno de derecha, algunos en el Likud creen que puede ser persuadido, e incluso la posibilidad de convencerlo de que regrese al partido, ya que 60 jefes de la autoridad local del Likud le pidieron a Lieberman que participara en el gobierno. También organizaron una conferencia titulada "Lieberman, ven a casa", que se celebrará el próximo lunes, informó la misma radio.
Lieberman afirmó que "recibió una invitación para asistir a la conferencia y que estará allí".
Solo quedan seis días hasta que concluya el mandato otorgado a los diputados de la Knesset para elegir un diputado, con el apoyo de 61 miembros de la Knesset para formar un gobierno. Por lo tanto, si esta última opción falla, Israel se dirigirá a unas terceras elecciones el próximo febrero.
Ha habido un vacío político en el estado ocupante durante casi un año. Las elecciones de la Knesset se celebraron en abril y septiembre de 2019; sin embargo, no se formó ningún gobierno como resultado del fracaso de los bloques parlamentarios elegidos para acordar un gobierno respaldado por el parlamento, lo que podría llevar a la celebración de unas terceras elecciones en lo que va de año, muy probablemente en febrero de 2020.
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