El poder judicial convocó a una audiencia judicial a Said Bouteflika, hermano del derrocado presidente argelino, y en el tercer día del juicio, Bouteflika se negó a responder las preguntas que se le dirigían.
Said Bouteflika se negó a responder las preguntas del juez y el fiscal sobre los cargos de financiación ilegal de la reciente campaña electoral de su hermano, el presidente Abdelaziz Bouteflika, quien renunció el 2 de abril bajo presión callejera, según Sky News.
Posteriormente, el juez solicitó que Said Bouteflika volviera a la prisión militar de Blida, donde cumple una condena de 15 años de prisión por "conspiración contra la autoridad estatal". Bouteflika se había negado previamente a comparecer durante su juicio a finales de septiembre.
El Fiscal General presentó una solicitud para llevar al hermano de Bouteflika ante el tribunal después del juicio de Ali Haddad, ex jefe de la organización empresarial central de Argelia, el Foro de Líderes Empresariales (FCE), en el caso de financiación de las elecciones del ex presidente.
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Los ex primeros ministros, Ahmed Ouyahia y Abdelmalek Sellal, y varios ex ministros, además de los directores ejecutivos del Ministerio de Industria y empresarios del sector automotriz, se encontraban entre los acusados en este juicio sin precedentes, que comenzó el miércoles.
Haddad fue acusado directamente el jueves por uno de los acusados en el caso de financiar la campaña presidencial de Bouteflika, que estaba programada para el 18 de abril de 2019.
El acusado le dijo al juez que Haddad interfirió con la campaña electoral a petición de Said Bouteflika, quien lo llamó "pidiendo ayuda el 6 de febrero de 2019".
"Said Bouteflika me pidió recuperar entre 700 y 800 millones de dinares argelinos (unos 5,7 millones de euros), que estaban en la sede de la campaña en Hydra", agregó.
Sin embargo, Haddad, fundador de la primera empresa privada de construcción en Argelia, no dijo a dónde fue el dinero.
Según el testimonio de Al-Hajj Said, director de la oficina de Haddad, el dinero que pagaron los empresarios conocidos que trabajan en el sector del automóvil para financiar la campaña de Bouteflika "fue utilizado por Said".
El juicio se lleva a cabo en ausencia de varios abogados defensores, quienes decidieron boicotear y denunciar el "juicio de farsa", describiéndolo como un intento de "vengarse" de determinadas partes de acuerdo con la Agence France-Presse.
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