El principal político musulmán sunita del Líbano, Saad al-Hariri, resurgió el domingo como candidato a primer ministro cuando el empresario Samir Khatib retiró su candidatura para liderar un gobierno que debe enfrentar una crisis económica aguda, según informa Reuters.
El presidente Michel Aoun respondió posponiendo hasta el 16 de diciembre las consultas con los legisladores, que se esperaba que dieran como resultado el nombramiento de Khatib como primer ministro el lunes. El retraso fue solicitado por la mayoría de los partidos en el parlamento, dijo la presidencia.
Hariri renunció como primer ministro el 29 de octubre, como resultado de las protestas masivas contra toda una clase política acusada de corrupción estatal y de llevar al Líbano a la peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-90.
Bajo el sistema de poder compartido del país, el primer ministro debe ser un musulmán sunita. Hariri ha seguido gobernando de forma provisional hasta que se nombre un nuevo primer ministro.
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Tras la renuncia de Hariri, las conversaciones para acordar un nuevo gabinete se sumieron en divisiones entre Hariri, que está alineado con los estados occidentales y árabes del Golfo, y los adversarios, incluido el grupo chiíta respaldado por Irán, Hezbolá. El mes pasado, Hariri retiró oficialmente su candidatura para ser primer ministro.
La semana pasada se formó un consenso sobre Khatib entre los principales partidos, incluido Hariri. Pero Khatib no pudo obtener suficiente respaldo de los musulmanes sunitas para el puesto.
El Gran Muftí Sheikh Abdul Latif Derian, el clérigo sunita más importante del Líbano, le dijo a Khatib durante una reunión el domingo que respaldaba a Hariri, dijo Khatib después de la reunión.
"Supe que como resultado de las reuniones, consultas y contactos con los hijos de la secta islámica (sunita), se llegó a un acuerdo para nominar a Saad al-Hariri para formar el próximo gobierno", dijo Khatib.
Más tarde, Khatib fue a ver a Hariri a su residencia de Beirut, donde anunció su retirada de la candidatura.
No hubo declaraciones inmediatas por parte de Hariri.
En los últimos días, en su papel de primer ministro interino, Hariri hizo un llamamiento a los estados extranjeros amigos para ayudar al Líbano a obtener importaciones esenciales mientras el país lidia con una escasez de divisas.
Dijo que regresaría como primer ministro solo si conseguía liderar un gobierno de ministros especializados que, según él, satisfaría a los manifestantes y estaría en una mejor posición para enfrentar la crisis económica y atraer ayuda extranjera.
Sin embargo, esta demanda ha sido rechazada por grupos como Hezbolá y su aliado Aoun, un cristiano maronita. Ambos dicen que el gobierno debe incluir a políticos.