Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han estado contratando a ex ejecutivos de la Casa Blanca y funcionarios de inteligencia para misiones de espionaje, reveló el martes una investigación detallada publicada por Reuters.
Después de los ataques del 11 de septiembre, el ex zar antiterrorista estadounidense, Richard Clarke, advirtió al Congreso que Estados Unidos necesitaba poderes de espionaje más expansivos para evitar otra catástrofe.
Reuters también reveló que en 2008, Clarke fue a trabajar como consultor, guiando a los Emiratos Árabes Unidos, ya que crearon una capacidad de vigilancia cibernética que utilizaría a los mejores contratistas de inteligencia estadounidenses, con el fin de ayudar a controlar las amenazas contra la pequeña pero rica nación.
Clarke, que poseía buenas relaciones con los EAU, ayudó a crear el Departamento de Desarrollo, Investigación, Explotación y Análisis (DREAD).
Durante los años siguientes, la unidad de los EAU expandió su búsqueda mucho más allá de los presuntos extremistas, para incluir a un activista de los derechos de las mujeres saudíes, diplomáticos de las Naciones Unidas y personal de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
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Reuters reveló cómo un grupo de ex agentes de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y otros veteranos de inteligencia estadounidenses de élite ayudaron a los EAU a espiar una gran variedad de objetivos.
Clarke informó a Reuters que debía crear una unidad capaz de rastrear terroristas. Él reveló que el plan, que siguió la legislación de los Estados Unidos, fue aprobado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, la NSA y Good Harbor Consulting, una compañía de gestión de riesgos cibernéticos.
“El incentivo fue ayudar en la lucha contra Al-Qaeda. Emiratos Árabes Unidos es un muy buen socio antiterrorista. Es necesario recordar el momento en ese entonces, después del 11-S”, subrayó Clarke. "La NSA quería que sucediera".