El Reino Unido pidió ayer a Israel detener "inmediatamente" la expansión de los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada.
En una declaración oficial, el consulado británico en Jerusalén hizo hincapié en que los asentamientos judíos eran "ilegales según el derecho internacional", y agregó que estaba "saboteando una posible solución de dos estados".
Por su parte, el Secretario de Estado británico para Asuntos del Medio Oriente, Andrew Morrison, condenó los planes del gobierno israelí de expandir y construir nuevas unidades de asentamiento en Cisjordania.
Los asentamientos israelíes son considerados ilegales por la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas (ONU). La ONU ha publicado datos que muestran un aumento del 45 por ciento en la demolición y confiscación de estructuras palestinas en Cisjordania durante 2019, en comparación con 2018.
El domingo, el gobierno israelí aprobó la construcción de 1.936 viviendas en la Cisjordania ocupada. Un total de 786 unidades recibieron el respaldo final, incluidas 258 que se construirán en Haresha, un "puesto avanzado ilegal" al oeste de la ciudad de Ramallah en Cisjordania.
Aproximadamente 650,000 judíos israelíes viven actualmente en más de 100 asentamientos construidos desde 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén éste. Los palestinos quieren estos territorios, junto con la Franja de Gaza, para el establecimiento de un futuro estado palestino.
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