Un funcionario de la ONU dijo el martes que Sudán ha contribuido efectivamente a combatir la trata de personas, la corrupción y el lavado de dinero.
Esto se produjo durante una reunión del representante regional de Oriente Medio y África del Norte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), David Izadifar, con el Fiscal General de Sudán, Tag El-Sir Ali El-Hibir, en la capital, Jartum. , según un comunicado emitido por el Ministerio Público.
La declaración citó a Izadifar diciendo: "Sudán ha contribuido efectivamente a combatir la trata de personas, la corrupción, el lavado de dinero y otros delitos".
LEER: Sudán: La Sociedad del Sagrado Corán y los medios de comunicación embargados para recuperar fondos
"Sudán se beneficiará de los programas de capacitación de la Oficina hasta que se asegure de aplicar la justicia penal y prevenir la delincuencia", agregó Izadifar.
Por su parte, El-Hibir dijo que "el Ministerio Público maneja la investigación de todos los delitos no patrióticos, como el tráfico de personas, la corrupción y el lavado de dinero". Señaló que la Fiscalía tiene oficinas especializadas en Jartum y en los estados fronterizos más vulnerables a la migración ilegal y la trata de personas.
El-Hibir indicó que la Fiscalía sudanesa aspira, en cooperación con la Oficina Regional de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, a una mayor experiencia en el campo de la capacitación y el desarrollo de capacidades.
Sudán es considerado un paso y una fuente para inmigrantes ilegales, principalmente de los países del Cuerno de África, ya que son transportados a las costas europeas desde allí.
No hay estadísticas oficiales sudanesas sobre el número de inmigrantes ilegales o las pandillas que están activas en el país para contrabandearlos. El gobierno justifica esto por sus capacidades débiles en comparación con el alto costo de perseguir a las pandillas a través de sus amplias fronteras.
Para reducir el fenómeno, el parlamento sudanés aprobó a principios de 2014 una ley para combatir la trata de personas, con penas que van desde la muerte y el encarcelamiento de cinco a veinte años.