El borrador final del acuerdo que se discutirá en la Conferencia de Berlín, que se celebrará este domingo, está casi listo según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, que expresó su pesar por la negativa del conflicto a reunirse entre sí.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, anunció en una conferencia de prensa: "El borrador final del acuerdo, en mi opinión, está casi finalizado ... y respeta plenamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia".
Lavrov no especificó el contenido del borrador, sin embargo, advirtió contra el optimismo excesivo con respecto a la situación, a pesar del compromiso con el alto el fuego, diseñado por los presidentes ruso y turco, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, desde el 12 de enero.
Señaló que las relaciones entre las dos principales partes en conflicto, el jefe del gobierno de Trípoli, Fayez Al-Sarraj, y el líder del Ejército Nacional de Libia, el mariscal de campo Khalifa Haftar, que han estado luchando durante meses en las afueras de la capital, todavía están "muy tensos". "Ni siquiera quieren estar en la misma habitación", reveló Lavrov.
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El canciller ruso, que estará presente en Berlín el domingo, agregó: "Lo más importante ahora antes de la Conferencia de Berlín ... es que los partidos libios no repitan los errores del pasado al proponer nuevas condiciones e intercambiar acusaciones".
El objetivo principal de la Conferencia de Berlín es estabilizar el armisticio y evitar la interferencia externa en Libia, especialmente a través del apoyo militar.
En una señal de la tensión actual, Haftar salió de Moscú el domingo pasado sin firmar el acuerdo de alto el fuego, como hizo Al-Sarraj. Las negociaciones de siete horas tuvieron lugar a través de mediadores rusos y turcos, ya que los dos líderes se negaron a comunicarse directamente.
Libia, que posee las reservas de petróleo más importantes de África, ha estado experimentando violencia y luchas por el poder desde la muerte de Muammar Gaddafi y la caída de su régimen en 2011, después de una revolución popular y una intervención militar liderada por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. .
Ankara ha estado apoyando a Al-Sarraj desplegando sus tropas en Libia, mientras que se sospecha que Rusia apoya a Haftar con armas, fondos y mercenarios, a pesar de su negación oficial de tales acusaciones.