Unos 467 manifestantes iraquíes han muerto y más de 9,000 han resultado heridos desde el inicio de las protestas antigubernamentales a principios de octubre, anunció ayer la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI).
En una declaración oficial, la UNAMI describió la pérdida diaria de jóvenes iraquíes como "insoportable".
La organización humanitaria señaló que la mayoría de los casos de muerte y lesiones se debieron al "uso de munición real, gases lacrimógenos y ataques de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes".
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Irak ha sido testigo de protestas sin precedentes desde principios de octubre pasado, entremezcladas con violencia, que causaron la muerte de más de 600 personas, según Amnistía Internacional y declaraciones del presidente iraquí, Barham Salih.
El movimiento popular obligó al gobierno de Adil Abdul Mahdi a renunciar, el 1 de diciembre de 2019, e insiste en retener a todas las figuras políticas, acusadas de corrupción y malgastar fondos estatales, rendir cuentas y aislar a la clase política, que gobernó el país, desde el derrocamiento. del régimen de Saddam Hussein en 2003.
Iraq vive en un vacío constitucional desde que el plazo dado al Presidente de la República para asignar un candidato para formar el próximo gobierno llegó a su fin el 16 de diciembre, debido a los profundos conflictos sobre el candidato.