El Ministerio de Transporte de Siria declaró abierta al público la carretera principal entre Damasco y Alepo el sábado después de que las tropas recapturaron la arteria principal en una ofensiva respaldada por los rusos, según un informe de Reuters.
Recuperar la autopista M5 de los insurgentes supone una gran ventaja para el presidente Bashar al-Assad, ya que restaura el control estatal sobre la ruta entre las dos ciudades más grandes de Siria por primera vez en años de conflicto.
El control de la M5 se ha visto como un objetivo principal de la última ofensiva del ejército sirio. Con el respaldo de Rusia, las fuerzas gubernamentales han ganado terreno en el noroeste de Siria, el último gran bastión rebelde, desde diciembre.
Según las Naciones Unidas, la ofensiva ha desplazado a casi un millón de personas, el mayor éxodo de la guerra de nueve años.
"El Ministro de Transporte Ali Hammoud anuncia la apertura de la autopista Damasco-Aleppo al tráfico, poniéndola al servicio de los ciudadanos", dijo el ministerio en un comunicado el sábado.
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El retiro de los insurgentes de la autopista fue parte de un acuerdo ruso-turco de 2018 que exigía la creación de una zona de amortiguación entre los combatientes de la región de Idlib, en el noroeste, aunque los combates han continuado.
Turquía ha "determinado nuestra hoja de ruta" para Siria después de las llamadas con los líderes de Rusia, Alemania y Francia, dijo el sábado el presidente turco Tayyip Erdogan. "Anunciaremos a todas las partes que estamos en la mesa", dijo a una multitud en Izmir.
En virtud de sus acuerdos con Rusia, Turquía tiene fuerzas estacionadas en puestos de observación en el noroeste.
Ankara y Moscú, que respaldan a los bandos opuestos en el conflicto de Siria, han colaborado para tratar de llegar a un acuerdo político. Pero las tensiones entre las dos partes han aumentado durante la última ofensiva, y ambas acusan a la otra de incumplir los acuerdos.
Turquía ha advertido que utilizará el poder militar para repeler los avances sirios en la ofensiva Idlib, durante la cual 15 soldados turcos han sido asesinados este mes.
En una llamada telefónica con su homólogo turco, el ministro de Defensa ruso habló de "cuestiones para la estabilización" en Idlib, según informaron el sábado las agencias de noticias rusas.
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