El líder del movimiento chiíta sadrista en Irak, Muqtada Al-Sadr, amenazó ayer con devolver su ejército al-Mehdi al país.
Dirigiéndose a lo que describió como "líderes políticos suníes radicales que quieren regresar las armas trampa", Al-Sadr dijo que el ejército Mehdi estaba "congelado y no cancelado", advirtiendo que "regresaría".
Los comentarios de Al-Sadr llegaron en una entrevista con la iraquí Al-Sharqiya.
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Sadr desarmó a su milicia después de que las tropas del ex primer ministro iraquí Nuri Al-Maliki -respaldadas por las fuerzas de Estados Unidos (EE.UU.)- las derrotaran en Bagdad y en ciudades del sur en 2008. Desde entonces, su movimiento se ha convertido en una potente fuerza en la política general.
Funcionarios de seguridad estadounidenses e iraquíes afirman que los grupos disidentes del Ejército Mehdi siguen representando un riesgo para la seguridad, ya que surgen en forma de milicia chiíta que, según Washington, está respaldada por Irán.