La presencia de Turquía en Libia es un derecho legítimo de autodefensa contra la agresión de las fuerzas con base en Libia oriental, dijo ayer el presidente del internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), Fayez Al-Sarraj.
"La relación entre Libia y Turquía se remonta a épocas anteriores a nivel histórico, social, económico, político, de seguridad y militar", dijo Al-Sarraj en los informes paralelos a la 43ª reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrada en la capital suiza de Ginebra.
Al-Sarraj señaló que su gobierno ya había pedido ayuda a muchos países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Italia y Turquía, contra la ofensiva que lanzaron en abril las fuerzas de Libia oriental, dirigidas por el general retirado Khalifa Haftar. Añadió que Turquía fue el único gobierno que respondió a la petición del GNA.
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"Este es un derecho legítimo para el GNA y un deber hacia nuestro pueblo para defenderlo de esta agresión", subrayó Al-Sarraj, refiriéndose a la operación militar de las fuerzas de Haftar en Trípoli.
En cuanto al acuerdo militar entre Turquía y Libia, Al-Sarraj señaló que el memorando de entendimiento incluía la cooperación en materia de capacitación, antiterrorismo y migración ilegal.
El GNA y Ankara firmaron dos acuerdos separados el 27 de noviembre, uno sobre cooperación militar y otro sobre las fronteras marítimas de los países del Mediterráneo oriental.
Desde la destitución del difunto líder Gaddafi en 2011, han surgido dos centros de poder en Libia: uno en la Libia oriental, apoyado principalmente por Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, y el GNA en la capital, Trípoli, que goza de reconocimiento internacional y de las Naciones Unidas.
GNA ha sido atacada por las fuerzas de Haftar desde el pasado mes de abril, y más de 1.000 personas han muerto en la violencia.