El Servicio de Inteligencia Iraquí (IIS) negó ayer las recientes acusaciones sobre la participación de su jefe Mustafa Al-Kazemi en el asesinato del alto comandante iraní Qassem Soleimani y del jefe paramilitar iraquí Abu Mahdi Al-Muhandis en la capital del país, Bagdad, en enero.
Las observaciones del IIS se produjeron en respuesta a las recientes declaraciones de un funcionario iraquí de seguridad de Hezbollah, Abu Ali Al-Askari, en las que acusó a Al-Kazemi de estar implicado en el asesinato de Soleimani y Al-Muhandis en un ataque aéreo estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad.
"Las declaraciones de Al-Askari representan una amenaza explícita a la paz civil y ofenden a Al-Kazemi", una declaración del IIS fue citada por la Agencia Anadolu.
La agencia añadió que las acusaciones eran "infundadas", señalando que había dañado la reputación de los servicios de seguridad locales. "Las funciones del IIS se centran en servir a la nación iraquí y a sus ciudadanos", señaló la declaración.
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El IIS pidió un " proceso legal para todos los que usan la libertad de opinión para promover falsas acusaciones dañinas a Irak".
El lunes, Al-Askari dijo en Twitter que Al-Kazemi había ayudado a los EE.UU. a llevar a cabo el asesinato de Soleimani. Describió la candidatura de Al-Kazemi para el Primer Ministro iraquí como "una declaración de guerra al pueblo iraquí".
Al-Kazemi es uno de los candidatos a dirigir el próximo gobierno tras la dimisión del antiguo gobierno iraquí de Adel Abdul Mahdi a principios de diciembre.
El grupo iraquí Hezbollah, que recibe entrenamiento y financiación de Irán, acusa a Washington de estar detrás de los ataques con misiles que llevan meses apuntando a la embajada americana en Bagdad.