El presidente de la Asamblea Popular de Túnez anunció que las actividades del Parlamento deben mantenerse durante la crisis.
El presidente del Parlamento de Túnez, Rached Ghannouchi, declaró el jueves que: "No hay lugar para el conflicto o el desacuerdo. Nuestra prioridad más urgente es la unidad para enfrentar la crisis".
Esto se produjo en un discurso pronunciado por Ghannouchi durante la apertura de una sesión plenaria en el Parlamento, dedicada a aprobar medidas excepcionales que garanticen la continuidad de las actividades en el Parlamento y en el país en general, al tiempo que se hace frente a la propagación de COVID-19.
Dirigiéndose a los diputados, Ghannouchi añadió: "Nuestra unidad es el secreto de nuestra fuerza para hacer frente a este desafío, ya que todas las fuerzas activas del país expresaron una conciencia colectiva de la necesidad de unificar el frente nacional".
Continuó: "Los sucesivos acontecimientos nos obligan a adaptar nuestros medios de trabajo para ello, y por esta razón, la Asamblea Popular debe considerar muchas propuestas. Es imperativo mantener las actividades del Parlamento de acuerdo con los nuevos mecanismos que se aprobarán durante esta sesión".
Ghannouchi añadió: "El Parlamento debe duplicar sus esfuerzos en coordinación con la autoridad ejecutiva para facilitar las tareas e intercambio de información, permitiendo una interacción rápida y efectiva para lograr lo que la gente demanda".
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Explicó: "El Estado no se queda atrás en su deber de proveer y organizar la distribución de necesidades como alimentos y medicinas, para enfrentar el monopolio y luchar contra aquellos que intentan hacer fortuna manipulando la provisión de alimentos y necesidades del pueblo".
El presidente del Parlamento indicó que: "El pueblo tunecino debe adherirse a las decisiones y recomendaciones emitidas por el Estado en relación con la cuarentena general y permanecer en sus hogares. El compromiso y la disciplina son una expresión del espíritu de ciudadanía y la responsabilidad compartida".
Ghannouchi insistió en eso: "La guerra contra el coronavirus será una prueba para todos nosotros, para nuestros valores, unidad y conciencia."
El miércoles, el Primer Ministro Elyes Fakhfakh anunció la creación de un organismo nacional para combatir la propagación del virus.
Hasta el miércoles, el país registró 173 casos de infección con el virus, con cinco muertes.
Hasta el jueves al mediodía, COVID-19 ha afectado a más de 486.000 personas en todo el mundo, de las cuales más de 22.000 han muerto, mientras que más de 117.000 se han recuperado.
La propagación del COVID-19 ha obligado a muchos países a cerrar sus fronteras, suspender los vuelos, imponer toques de queda, cerrar escuelas y universidades, cancelar eventos y reuniones públicas, así como cerrar mezquitas e iglesias.